Monstruos reales.




El Monstruo Pentápodo

Liliana Blum

Raymundo es un ingeniero civil de profesión, con una reputación inmaculada en la calle, su trabajo y entre sus conocidos. Es una persona amable, encantadora y atenta. Todos se fían de su personalidad y buena fama, incluso tiene un parque con una placa en su honor. Pero hay algo que Raymundo también es, un depredador. Su mayor vicio atenta contra todo código moral, es un pedófilo sin limitaciones.

En uno de sus paseos para calmar esas ansias sexuales, ve a lo lejos a una pequeña, que hace que su mundo, por meses o años, gris, vuelva a tener sentido y mucho color. Es entonces cuando decide planear bien el rapto de aquel tesoro inmaculado e infantil.

Esta novela es una patada directo al estomago para cualquier lector. Es cruda, es real, es una historia horrible, pero también es ágil y bellamente escrita. No puedes despegar los ojos de lo que estas leyendo. Blum no solo se sumerge en los rincones oscuros y llenos de porquería que puede resultar un rapto de esta naturaleza, también escribe maravillas con otro de sus personajes que es, básicamente, un daño colateral (a la par que del rapto) Aimée, una persona pequeña que se enamora sin saber de un monstruo y quien la manipula para que haga lo que le plazca.

Es una historia de amor desmedido en diferentes espectros del bien y el mal. De enfermedades siniestras y apologías obligadas. Es, en toda forma, una belleza de novela.

Toca fibras sensibles de la sociedad, pero también como el tiempo borra de la mente colectiva la pérdida o desaparición de personas, excepto, claro, para los familiares muy cercanos.

Se las recomiendo ampliamente y no sobra decir, de paso, cuidado con sus niños, cuídenlos siempre y estén atentos. Este mundo es muy cruel.

⭐⭐⭐⭐⭐

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